POSICIONAMENTO

POSICIONAMENTO.




EN LA CONMEMORACIÓN DE LA FIRMA DE LOS  ACUERDOS DE SAN ANDRÉS POSICIONAMENTOOS:
LEGISLADORES Y LEGISLADORAS DE LAS COMISIONES UNIDAS  PERMANENTES DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES Y DE ASUNTOS INDÍGENAS DE ESTE CONGRESO:
DIPUTADOS Y DIPUTADAS:
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
PÚBLICO QUE NOS ACOMPAÑA



A veinte años de que el Gobierno Federal  y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional  firmaran   la paz y las demandas centrales de nuestros Pueblos Indígenas, contenidos en los llamados  Acuerdos de San Andrés, el 16 de febrero de 1996, es indispensable retomar el espíritu de ese documento y la esperanza puesta en él por parte de millones de mexicanos indígenas y de la sociedad civil.
Yo misma compañeros recorrí varios pueblos y estados como una indígena más en la  Marcha del Color de la Tierra para dialogar con otras mujeres y hombres indígenas y conocer sus opiniones. También lo hicimos para que nuestro país nos viera  y reconociera como culturas vivas. Varios compañeros y compañeras que buscaron una nueva relación entre el Estado y los Pueblos Indígenas ya se marcharon, pero quedamos muchos y muchas que no olvidamos.
De las demandas plasmadas en los Acuerdos  de San Andrés, una comisión de legisladores  elaboró  la Iniciativa de Ley de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), y de ésta una parte es lo que hoy se encuentra en el Art. 2º de la Constitución de nuestro país.
Ha sido largo el camino para que se reconozcan nuestros derechos y nuestra Legislatura tiene un compromiso grande, pues existe una iniciativa de reforma constitucional, presentada por el Ejecutivo del Estado  y un dictamen de ésta en espera de ser aprobado.
 La iniciativa está respaldada por una consulta a los pueblos indígenas y afromexicano de Oaxaca. Como mujer indígena participé junto con otros hombres y mujeres, representantes de nuestros pueblos, quienes expresamos nuestros anhelos por una vida más digna.
El procedimiento que se siguió debería ser suficiente  para aprobarla pues se trata de los pueblos que dieron origen a Oaxaca. De los 570 municipios, 430 mantienen sus sistemas normativos internos y entre el 40% y el 70% de la población se autoreconoce  como indígena.
La propuesta legislativa que espera su aprobación, se  sustenta en el Artículo 2º de la Constitución de nuestro país y de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, va de la mano con instrumentos internacionales con los que se deben armonizar nuestras leyes, de acuerdo con el art. 1º Constitucional.
Estos son el el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto  Internacional de Derechos Económicos, Sociales  y Culturales,  el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
En ellos se afirma que todos los pueblos tienen derecho de libre determinación  y que por eso pueden decidir libremente su condición política, social y cultural; que los Pueblos Indígenas tienen derecho  a conservar sus propias instituciones, formas de vida y decidir sobre su desarrollo económico.
Es también nuestro derecho mantener y fortalecer todo aquello que nos distingue como indígenas: nuestros territorios, administración y manejo de recursos naturales, costumbres, lenguas y leyes internas, sin  entrar en conflicto con los estados o países.
Para nosotras las mujeres indígenas, vivir sin violencia, con salud, con educación, con nuestros derechos políticos, empieza por el reconocimiento de nuestros derechos colectivos.
Si nuestras autoridades, pueblos  y sistemas normativos tienen reconocimiento, las  mujeres indígenas tendremos un camino  para construir formas igualitarias desde dentro de nuestra cultura y  de acuerdo a nuestras formas de organización.
EL 28 de marzo del 2001, la Comandanta Esther, dijo ante legisladores y legisladoras del Congreso de la Unión, que necesitamos un país donde se reconozca la diferencia y se respete esta diferencia;  donde el ser y pensar diferente no sea motivo para ir a la cárcel, para ser perseguido o para morir.
Compañeros y compañeras:
Nuestra entidad ha sido pionera en el reconocimiento de los Derechos  de los Pueblos Indígenas, pero a pesar esto y de la riqueza natural que hemos conservado, de la riqueza cultural que mantenemos, las personas indígenas vivimos con muchas carencias y nuestros territorios y conocimientos han sido y siguen siendo saqueados.
 Al no existir las herramientas jurídicas para garantizar los derechos de los pueblos indígenas, persiste la pobreza, crece la desigualdad, el racismo, la exclusión y también el hartazgo.
Por eso compañeros y compañeras, desde esta tribuna y con toda la fuerza de nuestros pueblos Afromexicano, Amuzgo, Cuicateco, Chatino, Chinanteco, Chocholteco, Chontal,  Ikoots o Huave,  Ixcateco, Mazateco, Mixe o Ayuuk j’iai, Mixteco, Nahua,  Triqui, Zapoteco, Zoque y el pueblo afromexicano, hago un llamado para que actuemos con responsabilidad y justicia.
No podemos fallarles, compañeros y compañeras, a quienes nos dieron su voto y a quienes representamos  en este Congreso.
Los pueblos y comunidades indígenas urgimos a esta LXII Legislatura a aprobar esta Reforma. Nos urge porque es hora de avanzar  en la construcción de democracia, paz y bienestar.
Es esto lo que hoy les pido: pongamos fecha para debatir y aprobar  ya este dictamen que nace de los pueblos y que ha sido revisado, analizado y debatido en Comisiones Unidas.
Gracias, Dios xujuypë.

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